Apatrullando la ciudad
Los líos rabaneros se suceden unos a otros sin prisa pero sin pausa. Aquí, en Santiago, o en cualquier lugar por donde decida hacer una incursión nocturna, últimamente siempre se salda con alguna víctima o como mal menor con un buen magreo y su teléfono en la agenda.
En los tiempos que vivimos ya no hay ni una tía que la puedas engañar mientras la intentas camelar. Consienten porque quieren. Yo sólo hago una cosa, y cada día me sale mejor: darles la oportunidad que ellas han imaginado mil veces. Soy un bien necesario para la puta sociedad hipócrita en la que vivimos. Y es que disponer de bidones de sangre fría te da una importantísima ventaja para esta noble tarea de repartir amores rabaneros a domicilio a todas las que lo quieran menos a las tontas que se van por ahí de modernitas desacreditando al resto de las mujeres y que además se creen que todos los tíos somos como un lavavajillas: se aprieta un botón y funciona. A esas…..ni la hora.
Estas dos semanas el saldo rabanero se puede decir que ha sido variado:
en mi cama y por la semana petándome a la divorciada with two churumbeleyton y este último sábado a TB, última adquisición, que se vino a mi piltra esa misma noche. Fue como se suele denominar, un pollazo a primera vista, y además de estar buena, es buena folladora.
En cama ajena….bueno, mas que en cama ajena en el servicio de tías de una disco en Santiago y no me acuerdo de su nombre, sólo sé que eran las siete menos cuatro de mañana de un viernes. Entre medias, magreos y sobeteos sin final feliz con un par de tías.
Creo que fue un tal moisés, que en la biblia, ya dejó muy claro cuál era el castigo por el pecado: el hombre tendría que ganarse el pan con el sudor de su frente y la mujer pariría con dolor. Me da que la mujer del moisés se la estaría petando algún Rabané de aquella época.
Y por último el caso C. Esta semana quedé con ella en una cafetería y cuando la tuve delante y me empezó a hablar me di cuenta de que ya no me apetecía ni follarla, así que a los diez minutos de llegar me marché diciéndole que tenía prisa sin más explicaciones y esa misma tarde, mientras esperaba a la divorciada en su portal, borré su número.
Buena semana a tod@s
En los tiempos que vivimos ya no hay ni una tía que la puedas engañar mientras la intentas camelar. Consienten porque quieren. Yo sólo hago una cosa, y cada día me sale mejor: darles la oportunidad que ellas han imaginado mil veces. Soy un bien necesario para la puta sociedad hipócrita en la que vivimos. Y es que disponer de bidones de sangre fría te da una importantísima ventaja para esta noble tarea de repartir amores rabaneros a domicilio a todas las que lo quieran menos a las tontas que se van por ahí de modernitas desacreditando al resto de las mujeres y que además se creen que todos los tíos somos como un lavavajillas: se aprieta un botón y funciona. A esas…..ni la hora.
Estas dos semanas el saldo rabanero se puede decir que ha sido variado:
en mi cama y por la semana petándome a la divorciada with two churumbeleyton y este último sábado a TB, última adquisición, que se vino a mi piltra esa misma noche. Fue como se suele denominar, un pollazo a primera vista, y además de estar buena, es buena folladora.
En cama ajena….bueno, mas que en cama ajena en el servicio de tías de una disco en Santiago y no me acuerdo de su nombre, sólo sé que eran las siete menos cuatro de mañana de un viernes. Entre medias, magreos y sobeteos sin final feliz con un par de tías.
Creo que fue un tal moisés, que en la biblia, ya dejó muy claro cuál era el castigo por el pecado: el hombre tendría que ganarse el pan con el sudor de su frente y la mujer pariría con dolor. Me da que la mujer del moisés se la estaría petando algún Rabané de aquella época.
Y por último el caso C. Esta semana quedé con ella en una cafetería y cuando la tuve delante y me empezó a hablar me di cuenta de que ya no me apetecía ni follarla, así que a los diez minutos de llegar me marché diciéndole que tenía prisa sin más explicaciones y esa misma tarde, mientras esperaba a la divorciada en su portal, borré su número.
Buena semana a tod@s