lunes, julio 31, 2006

En racha

Lo mío ya es puro vicio, pero es que tonto sería si no aprovecho este momento dulce que estoy pasando, en el cual prácticamente “donde pongo el ojo, pongo la polla”.
Soy consciente en que esto, la mayoría de las veces va por rachas. Unas veces eres la ostia y consigues lo que quieres y otras……pues no te comes nada, no te hacen ni caso y hasta parece que eres invisible porque ni para ti miran.
Pero ahora mismo no es el caso, y el éxito me está acompañando allá donde voy y de momento no me abandona como el desodorante.
Después de los “affaires” con Lorena y Carla en apenas cuatro días, el sábado lo intenté con dos tías que eran de Santiago y que habían venido a pasar la noche a esta mi ciudad.
Una era delineante y la otra go-go, curiosísima y explosiva mezcla de idiosincrasias personales que nos juntamos esa noche. Al ver el percal llamo a un colega para que venga a camelar a una de las dos, me daba igual cual, pero no contesta. No es de extrañar, son las tres y pico de la mañana. Le dejo un sms y nada. Llamo a otro y la misma….en fin, que me quedé sin la cobertura necesaria para llevarnos a las dos titis a mi casa esa misma noche, porque estaba claro que una sola no se iba a venir conmigo a casa a follar mientras la otra esperaba en el coche o sentada en el salón de mi casa…………se lo que estáis pensando…….¿por qué no me llevé a las dos a mi casa?.........pues porque con la historia del trío no querían saber nada, ¿qué os pensáis, que no se lo propuse? Je je je, pero ellas querían cada una su propia polla.
Lo cierto es que tengo sus teléfonos y me despedí de ellas dándole a cada una un no tan pequeño piquito en el morro y a ver si la próxima vez le podemos dar lo que con tanta avidez anhelan je je je
Y como en el fondo soy todo corazón, el domingo llamé a la divorciada con dos churumbeles para ir a la playa, que hacía tiempo que la tenía un poco abandonada. Y es que hay que reconocer que cuando la agenda de teléfonos me había caducado fue la única que quedó ahí y la obsequié con un pequeño homenaje. La unté de cremita y le hice un masaje en plena playa que tuve que parar porque me empecé a poner todo cardiaco. Comimos en el chiringuito de la playa. Al atardecer nos fuimos a casa donde nos duchamos juntitos con todo lo que eso conlleva……..preparé una cena muy apañadita y después de saborear el delicioso magnun de chocolate blanco con trocitos de fresa en el interior le tocó el turno al bomboncito que tenía a mi lado.
Empachao me he quedao ;-)

1 Comments:

Blogger Irene(*) said...

Mucho postre comes últimamente y claro, hay riesgo de empacho. Cuídate y feliz semana.

10:33 p. m.  

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